Los Protagonistas:
12)- Sergio URIBE y la cáscara de papa
Cuando ingresa Sergio al Grupo, fue por una solicitud de su ex-mujer, de la cual estaba separado hace varios años, tuvo la posibilidad de iniciar el tratamiento en compañía de Carlos ASENCIO y Marcela CHAVEZ, los cuales se fueron apoyando mutuamete, toda su vida había trabajado en la
construcción, oficio que le permitió recorrer casi todo el país; también se sumó a la movida de ir al Glaciar Moreno, la idea de Mónica COTO para los compañeros que no conocían y hacía mucho que no iban, inició sus trámites para una pensión por invalidez, ya que había tenido un terrible
accidente laboral de caerse de un andamio a gran altura y le había generado varias fracturas e inclusive una prótesis de titanio en la cara, lo que aún a la fecha le dificulta poder hablar; como la pensión se demoraba comenzó a realizar changas de albañilería para su manutención y una vez
que fue a consultar a un compañero de oficio, el presupuesto de la colocación de baldosas, le pareció: “barato como cascara de papa”, considerando que al estar tanto tiempo sin trabajar en la
construcción, su precio estaba desactualizado, y esa acción le permitió presupuestar lo que correspondía, por supuesto final feliz, ya cobra su pensión y sigue bien, acaba de regresar de vacaciones de Bahía Blanca, donde tiene familiares.
12)- Sergio URIBE y la cáscara de papa
Cuando ingresa Sergio al Grupo, fue por una solicitud de su ex-mujer, de la cual estaba separado hace varios años, tuvo la posibilidad de iniciar el tratamiento en compañía de Carlos ASENCIO y Marcela CHAVEZ, los cuales se fueron apoyando mutuamete, toda su vida había trabajado en la
construcción, oficio que le permitió recorrer casi todo el país; también se sumó a la movida de ir al Glaciar Moreno, la idea de Mónica COTO para los compañeros que no conocían y hacía mucho que no iban, inició sus trámites para una pensión por invalidez, ya que había tenido un terrible
accidente laboral de caerse de un andamio a gran altura y le había generado varias fracturas e inclusive una prótesis de titanio en la cara, lo que aún a la fecha le dificulta poder hablar; como la pensión se demoraba comenzó a realizar changas de albañilería para su manutención y una vez
que fue a consultar a un compañero de oficio, el presupuesto de la colocación de baldosas, le pareció: “barato como cascara de papa”, considerando que al estar tanto tiempo sin trabajar en la
construcción, su precio estaba desactualizado, y esa acción le permitió presupuestar lo que correspondía, por supuesto final feliz, ya cobra su pensión y sigue bien, acaba de regresar de vacaciones de Bahía Blanca, donde tiene familiares.
