"Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos"

Probá no probar

lunes, 22 de febrero de 2010

CAPACITACIÓN COORDINADORES GRUPOS GIA 2009

CAPACITACIÓN COORDINADORES GRUPOS GIA 2009
MONOGRAFIA FINAL DE SRA. SUSANA QUEZADA


Estoy aquí escribiendo algo de una historia que fue mi pasado:

Dicen que muchos miedos son heredados del vientre materno cuando estamos en el periodo de gestación que sin querer o sin saberlo nuestras madres nos fueron transmitiendo todos sus miedos, angustias, ansiedades, etc.…Otros miedos los heredamos en nuestros primeros años de la infancia. Nuestros padres nos decían:-“cuidado! Ahí viene el cuco”; “No hagas esto”; “Tené cuidado con lo otro”; “Hacé así”; “No sabes nada, tu hermana es mas inteligente”; “Vos sos una burra”, etc., etc.…Palabras, escenas, todo así se va socavando la propia autoestima y los miedos van quedando grabados en el subconsciente y en la vida van dejando huellas. Donde se suman los años de adolescencia, etapa difícil que se hace más difícil y complicada…nuestros padres, profesores, amigos, nos van trasmitiendo la inseguridad día a día. Cosas que hoy veo, muchos años después.
Ya tuve la oportunidad de relatar algo de mi historia: tuve una familia, la oportunidad de tener papá y mamá y con el tiempo vinieron mis hermanos pero: ¿Cómo era ese hogar? Donde no puedo decir que me hicieron faltar algo. No, todo lo contrario pero en ese hogar había adicción
¿Que significa esto? Es sin palabras, un silencio que dentro mío se hacia un grito que solo yo sabia, solo yo lo sentía. Ver que a pesar de todo lo que tenia no era feliz…. “feliz”, que hermosa palabra como tanta otra como “libertad”, “sin culpa”
….Pero paso a paso… en ese entorno viví con un papá que era un enfermo. Sí porque todo esto se ve ahora con el tiempo. Tomaba y cada vez más, cuando perdía el control surgía el maltrato físico y verbal hacia mi madre. Muchas veces internado con alucinaciones. ¡Vimos tantas cosas!, pasamos duras vivencias entre silencios y llantos. No voy a mentir, hubieron momentos buenos pero marcan los peores.
A medida que crecía, crecía dentro de mí ese grito que pedía libertad.
Ya a los 15 años me case en contra del consentimiento de mis padres pero lo logré. Para mí era escapar de esa rutina, ilusionada de que ponía fin a esa situación. ¡Pero error! No fue así. Mi marido, hoy exmarido ya divorciados, comenzó a tomar alcohol con sus amigos. Siempre fuera de la casa, lógico, la mujer tenia que quedarse en casa. Otra vez callar, esperar, aguantar. Lógico: lo hizo mi madre, yo también puedo hacerlo. Entre idas y venidas que él hacia yéndose de la casa nacieron mis o nuestros hijos. ¿Estuvo él presente? No sé. Lo que sí sé es que nos fuimos enfermando poco a poco todos otra vez. Repetir la historia alcohol-violencia. Pero con una diferencia, ahora mis hijos y yo fuimos los protagonistas durante años.
Hoy mis hijos repiten la misma historia.
Lamentablemente en este momento con un nudo en mi garganta tratando de que no broten las lagrimas, esas lagrimas de dolor que durante años me acompañaron, después de 23 años de convivencia pude poner un punto aparte y comenzar a rehacer mi vida: trabajar, poder terminar mis estudios y que no le faltara nada a mis hijos.
Lo que sí tenia miedo era darme otra oportunidad en tener un compañero. Pensaba ¿y si me equivoco y ocurre lo mismo? Pero también la soledad me angustiaba. Hasta que conocí a Juan, ya una mujer madura pero llena de miedos y culpas decidimos irnos a buscar un lugar y proyectar una nueva vida. Él es distinto pero yo continuaba enferma con todo lo vivido. Así igual le quisimos dar una oportunidad a mis hijos para que cambien sus vidas pero no. El menor por exceso de alcohol termino en el hospital y allí el medico nos invito a participar de un espacio terapéutico GIA. Mi hijo no quiso concurrir pero con Juan, mi compañero actual, fuimos. La verdad ese lugar no era para mí, era lo que pensaba pero Juan insistía e íbamos a y me fui dando la oportunidad de sacar cosas, esa famosa mochila que llevamos a cuesta durante años. Conocer a otras personas con distintas vivencias. Me fui encariñando con el grupo y a trabajar con ellos sus dificultades y las mías, cómo darnos otras oportunidades. Hemos compartimos viajes, carrozas, asados y hasta un rico mate.
Sobre todo nos dimos la oportunidad de capacitarnos en Río Gallegos como Coordinadores del grupo GIA del Hospital José Formenti. Tuvimos tres semanas que fueron intercaladas.
Fueron muy diferentes las tres semanas de capacitación
La primera conocimos otras personas que están ayudando en la problemática de la salud, compañeros que vienen de toda la provincia de Santa Cruz, nuevas vidas a conocer y empezar a trabajar en uno. Cómo vemos las cosas diferentes. Lo que es la enfermedad de alcoholismo, situaciones en crisis, qué es el alcohólico, qué es grupo, para qué estamos nosotros en el grupo y muchas cosas más.
Volvimos a nuestro lugar a poner en práctica lo aprendido.
La segunda semana, fue más difícil para mí. Tenía muchas cosas todavía en mi vida que sacar y trabajar. Marcaron mucho en ser fuertes, poner límites, hablar, la comunicación. “Yo no lo puedo hacer” pensaba, cómo voy a decir a otros si los puedo lastimar, aunque me decían ¡No, tenés que hacerlo, vos podes”. Dije sí lo voy a hacer pero volví con la idea de que esto no era para mí. “Yo sigo concurriendo con el grupo pero dejo de hacer la pasantía”, pensaba, y sin darme cuenta me vi ya poniendo limites, hablando, perdiendo el miedo, hasta con mis hijos lo pude hacer.
Día a día es un paso que logro salir adelante. Ya en la tercera semana sé para que estoy: no sólo por mi vida sino para todo aquel que quiera ayuda para salir del alcohol y la violencia.
Hoy me doy cuenta cuántas veces me tiraron sogas para que pudiera salir pero era yo la que no quería ver, las dejaba de lado. No era mi tiempo. Mucho tiempo perdido pero no si yo me dí la oportunidad hoy de agarrar esas sogas, salir de ese pozo y romper las cadenas de amargura, dolor y un pasado, para dejar en libertad mi vida para ayudar a otros.
Doy gracias nuevamente al grupo GIA. No doy nombres porque son muchísisisimas las personas que me dieron esta oportunidad. Simplemente gracias a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog